miércoles, 24 de diciembre de 2008

De repente un día es mucho tiempo. De repente quiero detener las horas y más tarde anhelo que transcurran de prisa para volver a verte, para volver a sentirte y con mis oídos sordos escuchar el festival de palabras dulces que tienes guardadas para mí. De repente no importa nada más, los problemas y el mundo exterior son insignificantes para mi, pues mi cabeza sólo piensa en el próximo encuentro y en como responderé esas preguntas, sin respuestas aparentes De repente solo tres cosas puedo decir: hoy te siento, hoy te amo, hoy vibro por ti; y no quiero saber que pasa, no quiero entender porque llegue a este punto, no quiero escuchar razones, solo deseo recorrer a paso lento el puente de emociones que tendiste ante mi y disfrutar el camino con los ojos vendados sin pensar en mañana, sin pensar en ayer, dejándole todo al Cielo y también a la esperanza como quien no espera nada y a escondidas prueba el sabor del todo -

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